jueves, 1 de octubre de 2009

FRUTOS DE OTOÑO





En otoño, los brillantes colores y formas de los frutos silvestres, son un placer para la vista y porque no, también para el paladar. Es momento de recolectar, aprovechando los paseos por el campo, castañas, membrillos, escaramujos, endrinas y realizar dulces, conservas y mermeladas que llenarán nuestra despensa de color, olor y sabor.

Todo aquel que alguna vez ha paseado por el campo ha sentido una irresistible tentación de probar esos frutos magníficamente expuestos al aire y al sol dotados con una explosión de colorido, rojos, amarillos, morados o anaranjados.

Recolectaremos endrinos sin hojas pero con los frutos violáceos, escaramujos de color naranja intenso, brillantes castañas, enebros de color azul oscuro, que servirán de base para nuestras conservas. Sin embargo, hay que tener precaución a la hora de elegir los que consumimos, ya que a veces esos mismos colores llamativos, son una advertencia que nos avisa del peligro de toxicidad.

Entre los frutos silvestres que nos ofrece la naturaleza hay muchos que son comestibles pero también los hay tóxicos e incluso mortales, como es el caso de la belladona. Por ello es imprescindible saber identificar bien la planta y también de que lugar se recolecta, pues los lados de las carreteras suelen estar llenos de polvo y en otros puede haber restos de productos químicos. Se ha de procurar buscar sitios donde la planta sea abundante y con muchos frutos.

El castaño es un árbol grande y robusto originario del extremo oriental del Mediterráneo que se extendió por Europa con la dominación romana. Su tronco es más corto que el nogal y su madera es muy apreciada, sobretodo para la elaboración de botas de vino. El fruto del castaño son las famosas castañas, que se recolectan en el mes de octubre. Las castañas son nutritivas, con un porcentaje elevado de hidratos de carbono, grasas y proteínas; crudas son un poco indigestas por lo que se acostumbra a comerlas tostadas. Para cocerlas hay que hacerles un corte y ponerlas un rato a remojo, se tuestan en una sartén agujereada dando vuelta para que no se quemen; se sacan del fuego y se envuelven un rato en un trapo húmedo. En Catalunya, es costumbre la “castañada” que se celebra en la vigilia de Todos los Santos. Con las castañas se pueden hacer mermeladas, puré para acompañar carne, y un estupendo dulce de tradición francesa, los marrons glacées.

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