lunes, 19 de octubre de 2009

OTOÑO TAMBIEN ES TIEMPO DE SETAS



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Setas en octubre:
Las lluvias de final de agosto y posteriores buenas temperaturas han hecho que este otoño esten abundando los hongos en los bosques de nuestro pirineo.
Desde las primeras horas de la mañana, se puede observar el desplazamiento de gente de todas las edades hacia los bosques. Aunque parezca una obviedad, el conocimiento de los distintos tipos de setas es imprescindible para atreverse a salir al campo. Es la ley de oro que evitará que el apasionante mundo de la micología juegue malas pasadas a los cientos de aficionados que recorren estos días los montes de las comarcas en busca del preciado manjar.
Es importante conocer algunas normas básicas para la recolección de las setas, por ejemplo, que no se deben arrancar de raíz, porque eso afectaría al micelio, el tallo de los hongos, que permite la floración de ejemplares.
Hay especies muy apreciadas por su valor culinario como el Boletus edulis. En cambio otras como la Lactarius deliciosus, también conocida como níscalo, es de las más conocidas y recolectadas en el pirineo. Una de las principales características de esta especie es su intenso color naranja. Aunque, en ocasiones, este distintivo puede confundir al aficionado. La lluvia o la climatología provocan que el color aparezca de forma menos intensa o se presente de forma casi inapreciable.
Hay especies muy llamativas como «La seta de los pitufos», con su sombrero rojo y su pie blanco, la Amanita muscarita, bella en apariencia y tóxica y alucinógena si se consume.
Este año hacia finales de octubre ,porque llovió bastante en el pirineo, hemos tenido gran cantidad de Cantharellus cibarius, un auténtico manjar para los apasionados al mundo micológico.
Es, precisamente, en la dificultad de distinguir unas especies de otras donde radica el verdadero atractivo del mundo micológico. Resulta muy sencilo confundirlas, por eso es muy importante salir al campo acompañado de algún experto. También se recomienda centrarse en pocas especies y que sean fácilmente distinguibles, para no arriesgarse con dudosos ejemplares.
En los bosques del Pirineo se pueden encontrar gran variedad de especies y entre ellas muchas venenosas, tóxicas e incluso mortales. Una de ellas es la Amanita phalloides, que dehace el hígado o riñón de las personas que la consumen. Una unidad es suficiente para matar a cuatro o cinco individuos.

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